Ser libres de la amargura..
Enviado el 28-oct-2011 a las 13:20 por yblancom
En repetidas ocasiones la Biblia nos muestra que Dios nos quiere sacar de la casa de esclavitud. Esta expresión lo que significa es que Dios nos quiere hacer libres de la atadura de la amargura.
Dios te puede mover del lugar geográfico en el que te encuentras, pero él quiere también remover de tu corazón la espina de la amargura. Eres libre de la amargura cuando eres capaz de vencer tus impedimentos, tus dificultades, decidiendo no permitir que las acciones de otros te afecten.
Sabemos que vivimos en amargura cuando, al igual que el pueblo de Israel, nos quejamos por todo. Si Dios nos da pan, nos quejamos; si nos da carne, nos quejamos; si nos pone una columna de fuego, nos quejamos; si nos pone una de nubes, nos quejamos; si nos deja en Egipto, nos quejamos; si nos saca al desierto, nos quejamos; en fin, nos quejamos por todo.
¿Cómo podemos ser libres de la amargura?
En Mateo 21:12, la Biblia nos narra el momento en que Jesús echa fuera los mercaderes que vendían frente al templo. Contrario a lo que podríamos pensar, la razón por la que Jesús hizo esto fue porque aquellos mercaderes estaban inflando precios, y vendiendo animales con defectos, aprovechándose así de la situación. En aquellos tiempos, las personas tenían que viajar largas distancias para llegar al templo, y cuando lo hacían no era precisamente para escuchar un mensaje, como hacemos hoy, sino que llegaban hasta allí para hacer una ofrenda de sacrificio. Es por esto que muchos optaban por viajar con dinero para entonces comprar sus ofrendas de sacrificio una vez llegaran a aquel lugar.
Jesús hace dos cosas: 1. Echa fuera los mercaderes, y 2. Declara que su casa es casa de oración. Y no es hasta que hace esto, que entonces llegan a él ciegos y cojos, y él los sana.
Cuando somos capaces de limpiar nuestras vidas de todo aquello de lo que las tenemos que limpiar, y somos capaces también de declarar sobre nuestros hogares, sobre nuestros lugares de trabajo, y sobre todos aquellos lugares sobre los que tenemos influencia, como declaró Jesús, “este lugar es casa de oración”, el resultado inmediato es sanidad de seguera y cojera espiritual.
El ciego no se daba cuenta si la paloma que compraba tenía algún defecto. El cojo no tenía más remedio que pagar el precio que le pidieran, porque su impedimento le dificultaba llegar hasta otro lugar.
Sí es cierto que tenemos que pagar un precio; la unción, por ejemplo, cuesta, hay que trabajar, pero el precio más alto ya lo pagó Dios con el sacrificio de su hijo en la cruz.
No te amargues creyendo que el precio que tienes que pagar es demasiado alto. Párate firme, y no permitas que tus dificultades te impidan llegar a la casa de oración.
(Por Pastor Otoniel Font).
Cuando pensamos en el tema de la amargura, creemos que es solo aquel que tiene la cara arrugada y se queja de todo, muchas veces no solo es ese patrón, es simplemente quejarnos, el no ser agradecidos con lo que tenemos, el no valorar a los demás o a los más cercanos, el ignorar que como hijos de Dios tenemos una gran responsabilidad de dar fruto y trasmitir esa luz que viene solo de nuestro creador. Amargura es lo contrario de paz, amor, positivismo. Meditemos en ese corazón que aunque conozcamos de Dios muchas veces lo dejamos amargar. Seamos libres de ella, y agradecidos con lo que tenemos hoy.
Dios te puede mover del lugar geográfico en el que te encuentras, pero él quiere también remover de tu corazón la espina de la amargura. Eres libre de la amargura cuando eres capaz de vencer tus impedimentos, tus dificultades, decidiendo no permitir que las acciones de otros te afecten.
Sabemos que vivimos en amargura cuando, al igual que el pueblo de Israel, nos quejamos por todo. Si Dios nos da pan, nos quejamos; si nos da carne, nos quejamos; si nos pone una columna de fuego, nos quejamos; si nos pone una de nubes, nos quejamos; si nos deja en Egipto, nos quejamos; si nos saca al desierto, nos quejamos; en fin, nos quejamos por todo.
¿Cómo podemos ser libres de la amargura?
En Mateo 21:12, la Biblia nos narra el momento en que Jesús echa fuera los mercaderes que vendían frente al templo. Contrario a lo que podríamos pensar, la razón por la que Jesús hizo esto fue porque aquellos mercaderes estaban inflando precios, y vendiendo animales con defectos, aprovechándose así de la situación. En aquellos tiempos, las personas tenían que viajar largas distancias para llegar al templo, y cuando lo hacían no era precisamente para escuchar un mensaje, como hacemos hoy, sino que llegaban hasta allí para hacer una ofrenda de sacrificio. Es por esto que muchos optaban por viajar con dinero para entonces comprar sus ofrendas de sacrificio una vez llegaran a aquel lugar.
Jesús hace dos cosas: 1. Echa fuera los mercaderes, y 2. Declara que su casa es casa de oración. Y no es hasta que hace esto, que entonces llegan a él ciegos y cojos, y él los sana.
Cuando somos capaces de limpiar nuestras vidas de todo aquello de lo que las tenemos que limpiar, y somos capaces también de declarar sobre nuestros hogares, sobre nuestros lugares de trabajo, y sobre todos aquellos lugares sobre los que tenemos influencia, como declaró Jesús, “este lugar es casa de oración”, el resultado inmediato es sanidad de seguera y cojera espiritual.
El ciego no se daba cuenta si la paloma que compraba tenía algún defecto. El cojo no tenía más remedio que pagar el precio que le pidieran, porque su impedimento le dificultaba llegar hasta otro lugar.
Sí es cierto que tenemos que pagar un precio; la unción, por ejemplo, cuesta, hay que trabajar, pero el precio más alto ya lo pagó Dios con el sacrificio de su hijo en la cruz.
No te amargues creyendo que el precio que tienes que pagar es demasiado alto. Párate firme, y no permitas que tus dificultades te impidan llegar a la casa de oración.
(Por Pastor Otoniel Font).
Cuando pensamos en el tema de la amargura, creemos que es solo aquel que tiene la cara arrugada y se queja de todo, muchas veces no solo es ese patrón, es simplemente quejarnos, el no ser agradecidos con lo que tenemos, el no valorar a los demás o a los más cercanos, el ignorar que como hijos de Dios tenemos una gran responsabilidad de dar fruto y trasmitir esa luz que viene solo de nuestro creador. Amargura es lo contrario de paz, amor, positivismo. Meditemos en ese corazón que aunque conozcamos de Dios muchas veces lo dejamos amargar. Seamos libres de ella, y agradecidos con lo que tenemos hoy.
Total de comentarios 2
Comentarios
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AMEN hERMANOS: Yo soy Rosy y vivo en el Estado de Puebla y los saludo con amor en Cristo...yles comento que conforme a la amargura, yo dejo mi testimonio de que ciertamente me es muy útil esta explicación, ya que yo soy resien convertida a Cristo Jesus y me complazco en haber llegado a esta comunidad para aprender mas de la palabra, estoy en proceso de preparacion, ya que yo quisiera poder llegar a ser misionera guerrera espiritual,....es tan necesario trabajar en ese ministerio aunque no es tan fácil, creo que es lleno de bendiciones...Enviado el 29-oct-2011 a las 15:54 por damacristiana 
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Cita:Originalmente enviado por damacristiana
AMEN hERMANOS: Yo soy Rosy y vivo en el Estado de Puebla y los saludo con amor en Cristo...yles comento que conforme a la amargura, yo dejo mi testimonio de que ciertamente me es muy útil esta explicación, ya que yo soy resien convertida a Cristo Jesus y me complazco en haber llegado a esta comunidad para aprender mas de la palabra, estoy en proceso de preparacion, ya que yo quisiera poder llegar a ser misionera guerrera espiritual,....es tan necesario trabajar en ese ministerio aunque no es tan fácil, creo que es lleno de bendiciones...
Hola Rosy: que gusto que eres convertida, y estas en el proceso de ser libre de toda amargura, lo importante es poner de nuestra parte, dejar que Dios llene nuestros vacios y sane nuestras heridas. Quieres ser misionera, guerrera espiritual, para serlo debes entregar tu corazòn, mente, alma y espiritu totalmente, Dios te guiarà y abrirà puertas. Recuerda que èl busca adoradores que le adoren en espiritu y verdad, y desea usarte, deja que limpie tu corazòn y te llene de su amor y fortaleza cada dìa. Eres una militante de los escuadrones de Dios aquì en la tierra, en el momento que lo aceptamos como nuestro salvador. Asì que a ser esa guerrera espiritual. Puedes leer varios temas en estos blogs, que te seràn de mucha ayuda. Bendiciones y bienvenida a los foros.Enviado el 29-oct-2011 a las 22:16 por yblancom
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