La Batalla dentro de Nosotros...
Enviado el 03-feb-2012 a las 15:49 por yblancom
LA BATALLA DENTRO DE NOSOTROS
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. (Gálatas 5:17)
Mi doctor notó una pequeña mancha en mi piel - la cual pensó que necesitaba se le prestara atención. Era un problemita que tenía que tratarse para que no se convirtiera en algo peor. Yo no supe que era un problema sino que él lo señaló.
Recetó una crema especial que, al aplicarse, ayudaba a que las células buenas de mi cuerpo fueran hacia esa mancha y combatieran contra las malas, eliminándolas. En otras palabras, la medicina comenzó una pequeña batalla entre las células enfermas y las células buenas.
Existe una batalla similar librándose dentro de cada uno de nosotros como creyentes. Esto es lo que sucede: los pensamientos pecaminosos moran dentro de nosotros. Tienen que ser tratados por el Espíritu Santo, quien nos ayuda a combatir y eliminar las malas ideas que nuestra carne alimenta. La carne introduce cosas tales como pensamientos inmorales, impureza, discordia, odio y celos (Gá. 5:19-20). Pero, si clamamos al Espíritu Santo para que venga a rescatarnos, Él combate esas ideas con el fruto del Espíritu: "amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio" (vs. 22-23).
¿Estás usando el método del Espíritu Santo para luchar contra la carne? Así es como ganamos la batalla dentro de nosotros.
Reflexión: El Espíritu de Dios no conoce la derrota
Autor: Editores de Nuestro Pan Diario
Cómo permitir que el Espíritu Santo le controle:
- Empiece haciendo un compromiso con Dios. (Deut. 32:4)
- Sepárese del pecado. (Romanos 6:1–2)
- Memorice y aplique versículos bíblicos (Salmos 1119: 9-11)
- Apóyese y viva en la verdad sobre quien es en Cristo. (Romanos 6:6)
- Sustituya sus pensamientos por los de Dios. (Romanos 12:1–2)
- Someta su voluntad a Dios. (Romanos 6:19)
- Procura vivir en el poder de Cristo. (Romanos 5:1–2)
Muchas veces creemos que no podemos salir adelante con esa batalla, pero cuando entendemos que el Espíritu Santo nos puede ayudar, y lo dejamos, porque ese es otro asunto no dejar que actue dentro de cada uno, es lo que hace que esa batalla se pierda. Al final gana la carne, porque nuestro espiritu se debilita. La batalla se gana en Jesús y dejando que su Espíritu nos ayude. En lo personal cada día lo intento, y falló pero se que su misericordia es grande y un día fluirá en mí ese fruto positivo como Dios quiere.
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. (Gálatas 5:17)
Mi doctor notó una pequeña mancha en mi piel - la cual pensó que necesitaba se le prestara atención. Era un problemita que tenía que tratarse para que no se convirtiera en algo peor. Yo no supe que era un problema sino que él lo señaló.
Recetó una crema especial que, al aplicarse, ayudaba a que las células buenas de mi cuerpo fueran hacia esa mancha y combatieran contra las malas, eliminándolas. En otras palabras, la medicina comenzó una pequeña batalla entre las células enfermas y las células buenas.
Existe una batalla similar librándose dentro de cada uno de nosotros como creyentes. Esto es lo que sucede: los pensamientos pecaminosos moran dentro de nosotros. Tienen que ser tratados por el Espíritu Santo, quien nos ayuda a combatir y eliminar las malas ideas que nuestra carne alimenta. La carne introduce cosas tales como pensamientos inmorales, impureza, discordia, odio y celos (Gá. 5:19-20). Pero, si clamamos al Espíritu Santo para que venga a rescatarnos, Él combate esas ideas con el fruto del Espíritu: "amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio" (vs. 22-23).
¿Estás usando el método del Espíritu Santo para luchar contra la carne? Así es como ganamos la batalla dentro de nosotros.
Reflexión: El Espíritu de Dios no conoce la derrota
Autor: Editores de Nuestro Pan Diario
Cómo permitir que el Espíritu Santo le controle:
- Empiece haciendo un compromiso con Dios. (Deut. 32:4)
- Sepárese del pecado. (Romanos 6:1–2)
- Memorice y aplique versículos bíblicos (Salmos 1119: 9-11)
- Apóyese y viva en la verdad sobre quien es en Cristo. (Romanos 6:6)
- Sustituya sus pensamientos por los de Dios. (Romanos 12:1–2)
- Someta su voluntad a Dios. (Romanos 6:19)
- Procura vivir en el poder de Cristo. (Romanos 5:1–2)
Muchas veces creemos que no podemos salir adelante con esa batalla, pero cuando entendemos que el Espíritu Santo nos puede ayudar, y lo dejamos, porque ese es otro asunto no dejar que actue dentro de cada uno, es lo que hace que esa batalla se pierda. Al final gana la carne, porque nuestro espiritu se debilita. La batalla se gana en Jesús y dejando que su Espíritu nos ayude. En lo personal cada día lo intento, y falló pero se que su misericordia es grande y un día fluirá en mí ese fruto positivo como Dios quiere.
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