Con el rostro al sol

Mantén tu rostro al sol y no veras las sombras…
Helen Keller


Helen Keller perdió la vista cuando era pequeña, a los 10 años aprendió a hablar y a los 24 años se recibió con honores en la Universidad Rad. Durante toda su vida escribió numerosos libros, dio charlas y recibió títulos honorarios de universidades de todo el mundo.
Helen Keller era verdaderamente una mujer talentosa y lo que en realidad atraía a las personas era su actitud.
Su fresca sonrisa era característica en los noticiarios y las revistas. No estaba dispuesta a permitir que las circunstancias dolorosas arruinaran una vida perfectamente buena.
Este es un ejemplo de una mujer que a pesar de sus limitaciones enfrento con su actitud las circunstancias, al igual que tú, también enfrentó días de frustración y desánimo.
El mismo optimismo decidido que impulsó a Helen Keller a mantener su rostro al sol podrá ayudarte a salir del pozo del abatimiento. No se trata de negar la realidad de la tormenta. Tiene mucho más que ver con la toma de decisiones en cuanto a enfrentar la vida.

Siempre habrá cosas de qué quejarse. Con demasiada frecuencia, la ley de Murphy parece real: Si algo puede salir mal, saldrá mal. Los problemas son reales y las decepciones pueden ser devastadoras. Sin embargo, tienes la posibilidad de creer lo mejor y de buscar lo positivo en cada situación. Las circunstancias no tienen por qué dictar tu actitud.
Puede que te cueste creer que el sol sigue allí y que ni siquiera tengas energía para buscarlo.

Cuando las cosas se ven oscuras, pensar en algo positivo es verdaderamente un acto de FE así como también un acto de la VOLUNTAD.Como lograrlo: veremos varias estrategias para alcanzarlo.

1- Ajusta el foco: Proverbios expresa de una persona: Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Tiene sentido. Si persistes en lo negativo, tenderás a ser negativa. Del mismo modo, si te inclinas a ser positiva, tu vida tomará una dirección positiva.
El apóstol Pablo nos dice que nos concentremos en lo positivo. Lo expresa diciendo: Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Como hacemos?

a- Filtra lo que ingresa. No hay vuelta que darle, lo que lees, miras y escuchas( revistas, programas de t.v., películas, radio, Internet, cd..) afecta tu manera de pensar y de sentir. No tienes que negar la realidad, ya que probablemente necesites escuchar las noticias, pero puedes decidir qué, cuando y cuanto vas a escuchar.
b- Da lugar a tus sentimientos, pero no dependas de ellos. Los sentimientos son importantes pero con frecuencia son inexactos. Puedes sentir que no vales nada, que Dios te ha abandonado. Sin embargo, sentir esas cosas no las convierte en reales. Si aprendes a enfrentar tus sentimientos negativos con palabras de verdad, te será más sencillo ser positiva.
c- Desecha los pensamientos negativos. No podemos dominar los pensamientos que aparecen en nuestra mente pero no tenemos que permitirles que permanezcan. Obsesionarse por los problemas y repetir una y otra vez lo que nos ha causado daño solo sirve para aumentar las cargas que llevamos cada día.
d- Medita en la verdad y la belleza. Esto es precisamente lo que Pablo quiso decir cuando nos aconsejó “en esto pensad”. Cuando meditas en la belleza y la verdad, memorizas pasajes bíblicos y repites pensamientos positivos, las posibilidades son que tu actitud mejore.
e- Limita la queja. Cuando tienes pensamientos negativos a veces necesitas desahogarte. Sin embargo, si siempre estás hablando sobre cosas negativas eso terminará por incrustarlas en tu mente. Escribe tus problemas o coméntalos con una amiga, pero resiste la tentación de andar lamentándote.
f- Cultiva amistades positivas. El sufrimiento puede que busque compañía, pero evita la tendencia de alimentar tu sufrimiento pasando demasiado tiempo con personas amargadas. Si eres una mujer agobiada, necesitas la energía de las personas positivas, trata por todos los medios de ponerte en su camino.

2- Cultiva la risa en tu vida. El libro de Proverbios dice: “El corazón alegre constituye buen remedio” y la ciencia lo confirma. Estudios indican que la risa frecuente reduce la presión sanguínea y los problemas cardíacos. También produce un gran impacto en mejorar la salud mental, las relaciones y en brindar una sensación personal de bienestar.

3- Practica la gratitud. La gratitud deliberada tiene la capacidad de poner todas las cosas desde una perspectiva nueva al recordarnos cuán bendecidos somos. Es mucho mas que recordar los buenos momentos de la vida. La idea principal de reconocer las bendiciones es, en primer lugar recordar que todas esas cosas buenas son regalo de Dios que tenemos que agradecerle.
Aunque parezca algo difícil, puedes elegir ser agradecida por los desafíos que te presenta la vida. En el proceso, puede que descubras que tienes más bendiciones de las que crees.

Aprende a estar contenta (o):

Recuerda las 8 cosas que el apóstol Pablo nos dijo que debíamos pensar en Filipenses 4?

Escribe: He aprendido a contentarme, cualquiera sea mi situación”.

Ese cualquiera es el secreto de una actitud positiva. Si haces que el sol brille a pesar de las circunstancias, vivirás con mucha más energía.

Cuanto mas alto pongas la mirada, mejor te sentirás. Así que, ajusta tu foco a lo más brillante, ríete con ganas y recuerda tus bendiciones.

Y por sobre todo recuerda que Dios es optimista. El conoce tu enorme potencial y con El todo es posible. Mientras tengas eso en mente, la vida se vuelve emocionante y las puertas de lo maravilloso se abren a tu alrededor.

“Solo hay dos maneras de vivir la vida: una es como si nada fuera un milagro y la otra es como si todo fuera un milagro”.
Albert Einstein

Que eliges tu? Yo elijo el milagro