PARA EXPRESAR IDEAS, SENTIMIENTOS... Y ALGÚN QUE OTRO DESEO.
Con mi palabra no basta.
Enviado el 09-Jun-2020 a las 14:24 por Quim
Voy por la calle y me para la policia. ¿Qué habré hecho esta vez?
Me piden que me identifique y, para ello, exigen ver mi carnet de identidad. No les vale solo con mi palabra. Quieren algo que corrobore que soy quien digo ser.
Me molesta un poco porque yo ya sé como me llamo pero, para ellos estar seguros, necesitan pruebas.
Lo mismo pasa en el aeropuerto y en el banco (a menos que tengas montón de dinero, que entonces saben tu nombre, el nombre de tu mujer, el de tus hijos, las fechas de nacimiento, y están siempre a tu disposición, con un cepillito para pasártelo por los hombros).También necesitan que pruebe mi identidad si voy a buscar un paquete a correos o quiero comprarme un Lamborghini. Si quiero alquilar una bicicleta o hacer una reserva en un hotel. En todos estos casos no basta solo con mi palabra. Necesitan ver algo que no deje lugar a dudas.
En lo espiritual pasa lo mismo. Yo ya sé quién soy, y sé quién es mi Padre. Pero en un sinfín de ocasiones las "circunstancias" (puestas ahí a propósito, y con propósito), exigen una prueba fehaciente de que soy quien digo ser.
Y es que, con mi sola palabra, *no basta*.
Me piden que me identifique y, para ello, exigen ver mi carnet de identidad. No les vale solo con mi palabra. Quieren algo que corrobore que soy quien digo ser.
Me molesta un poco porque yo ya sé como me llamo pero, para ellos estar seguros, necesitan pruebas.
Lo mismo pasa en el aeropuerto y en el banco (a menos que tengas montón de dinero, que entonces saben tu nombre, el nombre de tu mujer, el de tus hijos, las fechas de nacimiento, y están siempre a tu disposición, con un cepillito para pasártelo por los hombros).También necesitan que pruebe mi identidad si voy a buscar un paquete a correos o quiero comprarme un Lamborghini. Si quiero alquilar una bicicleta o hacer una reserva en un hotel. En todos estos casos no basta solo con mi palabra. Necesitan ver algo que no deje lugar a dudas.
En lo espiritual pasa lo mismo. Yo ya sé quién soy, y sé quién es mi Padre. Pero en un sinfín de ocasiones las "circunstancias" (puestas ahí a propósito, y con propósito), exigen una prueba fehaciente de que soy quien digo ser.
Y es que, con mi sola palabra, *no basta*.
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