Meditaciones de la Biblia en mi lectura diaria
Desapercibidos
Enviado el 04-jul-2011 a las 19:36 por walter971
Los buenos ejemplos no siempre son "promocionados", pero cuanto necesitamos andar en ellos.
Jesús había sido arrestado, y todos sabemos lo que pasó en el patio de Anás: Jua 18:17 RV1960 (T) Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy.
La negación de Pedro es lo que destacamos de los sucesos en aquél lugar, pero... ¿es todo lo que podemos decir? Las buenas cosas, a veces, pasan desapercibidas, pero igual debemos andar en ellas.
1) EN EL PATIO DE ANÁS
La situación fue la siguiente: Jua 18:15-17 RV1960 (T) (15) Y seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Y este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote; (16) mas Pedro estaba fuera, a la puerta. Salió, pues, el discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro. (17) Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy.
Por muchos motivos aquella mujer pudo haber dicho: "...tú también de los discípulos de este hombre?", pero creo que ese "también" tiene un sentido y es el de que lo estaba asociando a Juan, el discípulo conocido del sumo sacerdote, como seguidores de Jesús. El asúnto es que Pedro lo negó, mientras que Juan no.
Observe el verso quince: "... este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote." Está hablando de Juan y la acción está claramente definida ya que, ese "entrar" significa, según el idioma griego de los textos originales:
Entrar en compañía de (con), entrar con, ir con. Diccionario Strong, G4897
Entrar juntamente con... Diccionario Tuggy, G4897
Entrar juntos. Diccionario Vine NT, G4897
Luego en la cruz, dice la Biblia que: Jua 19:25-26 RV1960 (T) (25) Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. (26) Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
Una vez más, aquél discípulo a quién Él amaba, no era otro sino Juan.
CONCLUSIÓN
No eran tiempos buenos para ser identificado como seguidor de Jesús, pero Juan si lo hizo. Sin embargo, cuando hablamos de lo que sucedió en el patio de Anás, mayormente la negación de Pedro es lo único que solemos rescatar.
No siempre el hacer lo bueno, lo correcto, será "promocionado" aquí en la tierra, pero no te desanimes, pagar el precio de no ser uno más del montón bien vale la pena, y eso ya lo verás en la eternidad.
Pro 3:27-35 BNP No niegues un favor a quien lo necesita si está en tu mano hacérselo. (28) Si tienes, no digas al prójimo: Regresa otro día, mañana te lo daré. (29) No trames daños contra tu prójimo mientras vive confiado contigo. (30) No lleves a juicio a nadie sin motivo cuando él no te ha hecho daño. (31) No envidies al violento ni elijas ninguno de sus caminos. (32) Porque el Señor aborrece al perverso, pero se confía a los hombres rectos; (33) el Señor maldice la casa del malvado y bendice la morada del honrado; (34) se burla de los insolentes, pero trata con bondad a los humildes; (35) otorga honor a los sabios y reserva deshonra para los necios.
Jesús había sido arrestado, y todos sabemos lo que pasó en el patio de Anás: Jua 18:17 RV1960 (T) Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy.
La negación de Pedro es lo que destacamos de los sucesos en aquél lugar, pero... ¿es todo lo que podemos decir? Las buenas cosas, a veces, pasan desapercibidas, pero igual debemos andar en ellas.
1) EN EL PATIO DE ANÁS
La situación fue la siguiente: Jua 18:15-17 RV1960 (T) (15) Y seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Y este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote; (16) mas Pedro estaba fuera, a la puerta. Salió, pues, el discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro. (17) Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy.
Por muchos motivos aquella mujer pudo haber dicho: "...tú también de los discípulos de este hombre?", pero creo que ese "también" tiene un sentido y es el de que lo estaba asociando a Juan, el discípulo conocido del sumo sacerdote, como seguidores de Jesús. El asúnto es que Pedro lo negó, mientras que Juan no.
Observe el verso quince: "... este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote." Está hablando de Juan y la acción está claramente definida ya que, ese "entrar" significa, según el idioma griego de los textos originales:
Entrar en compañía de (con), entrar con, ir con. Diccionario Strong, G4897
Entrar juntamente con... Diccionario Tuggy, G4897
Entrar juntos. Diccionario Vine NT, G4897
Luego en la cruz, dice la Biblia que: Jua 19:25-26 RV1960 (T) (25) Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. (26) Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
Una vez más, aquél discípulo a quién Él amaba, no era otro sino Juan.
CONCLUSIÓN
No eran tiempos buenos para ser identificado como seguidor de Jesús, pero Juan si lo hizo. Sin embargo, cuando hablamos de lo que sucedió en el patio de Anás, mayormente la negación de Pedro es lo único que solemos rescatar.
No siempre el hacer lo bueno, lo correcto, será "promocionado" aquí en la tierra, pero no te desanimes, pagar el precio de no ser uno más del montón bien vale la pena, y eso ya lo verás en la eternidad.
Pro 3:27-35 BNP No niegues un favor a quien lo necesita si está en tu mano hacérselo. (28) Si tienes, no digas al prójimo: Regresa otro día, mañana te lo daré. (29) No trames daños contra tu prójimo mientras vive confiado contigo. (30) No lleves a juicio a nadie sin motivo cuando él no te ha hecho daño. (31) No envidies al violento ni elijas ninguno de sus caminos. (32) Porque el Señor aborrece al perverso, pero se confía a los hombres rectos; (33) el Señor maldice la casa del malvado y bendice la morada del honrado; (34) se burla de los insolentes, pero trata con bondad a los humildes; (35) otorga honor a los sabios y reserva deshonra para los necios.
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