PARA EXPRESAR IDEAS, SENTIMIENTOS... Y ALGÚN QUE OTRO DESEO.
De la lealtad.
Enviado el 25-Jun-2019 a las 19:04 por Quim
Lealtad:
"Fidelidad a los propios conceptos morales, a un compromiso adquirido o hacia alguien".
Bueno, pues todo nos confronta.
¿Hacia alguien? Si. Hacia Dios.
¿Compromiso adquirido? Si. Estamos comprometidos. Comprometidos con Su causa. Más aún: comprometidos con Él.
¿Conceptos morales? Claro. Los altos conceptos morales que, en nuestro espíritu, SABEMOS que son los correctos. Nadie puede decir - ah, es que yo no sabía... Todos sabemos. No hay excusa posible.
Vivir según Él nos enseñó.
Soy un marinero. Mi misión en este barco es obedecer al capitán y a los suboficiales, que para eso los han puesto ahí.
No me corresponde a mí juzgar si la derrota que seguimos es la correcta o no. Mi obligación es seguir las órdenes.
Y limpiar la borda.
La lealtad es no dejar que mi yo se interponga entre lo que puedo sentir ante las cosas que puedo llegar a ver y las cosas que sé que tengo que hacer.
Y además, al hacerlas, hacerlas de corazón, que el Capitán General tiene la cualidad de leerlos, los corazones. Y en realidad es lo más importante para Él. Es aquello a lo que otorga un mayor valor. Es por lo que, en su momento, me va a preguntar. ¿Qué has hecho con tu corazón?
La lealtad nada tiene que ver, nada, con las simpatías o afectos personales. Nada tiene que ver con los gustos, las filias ni las fobias. Es sólo una inquebrantable, consciente y sincera obediencia, cuyo verdadero peso se mide en el cumplimiento de órdenes que no nos son gratas y cuya verdadera luz alumbra en esas situaciones en las que debemos tomar partido... Porque para cumplir órdenes gratas no necesitamos echar mano de la lealtad. Y tampoco la necesitamos cuando el viento sopla de popa. A favor, digo.
La lealtad siempre va a inclinar la balanza hacia el lado correcto. Le pese a quien le pese, empezando por mí mismo.
Por cierto, no te alarmes: "derrota", en términos náuticos, significa "rumbo, dirección".
Y ya.
"Fidelidad a los propios conceptos morales, a un compromiso adquirido o hacia alguien".
Bueno, pues todo nos confronta.
¿Hacia alguien? Si. Hacia Dios.
¿Compromiso adquirido? Si. Estamos comprometidos. Comprometidos con Su causa. Más aún: comprometidos con Él.
¿Conceptos morales? Claro. Los altos conceptos morales que, en nuestro espíritu, SABEMOS que son los correctos. Nadie puede decir - ah, es que yo no sabía... Todos sabemos. No hay excusa posible.
Vivir según Él nos enseñó.
Soy un marinero. Mi misión en este barco es obedecer al capitán y a los suboficiales, que para eso los han puesto ahí.
No me corresponde a mí juzgar si la derrota que seguimos es la correcta o no. Mi obligación es seguir las órdenes.
Y limpiar la borda.
La lealtad es no dejar que mi yo se interponga entre lo que puedo sentir ante las cosas que puedo llegar a ver y las cosas que sé que tengo que hacer.
Y además, al hacerlas, hacerlas de corazón, que el Capitán General tiene la cualidad de leerlos, los corazones. Y en realidad es lo más importante para Él. Es aquello a lo que otorga un mayor valor. Es por lo que, en su momento, me va a preguntar. ¿Qué has hecho con tu corazón?
La lealtad nada tiene que ver, nada, con las simpatías o afectos personales. Nada tiene que ver con los gustos, las filias ni las fobias. Es sólo una inquebrantable, consciente y sincera obediencia, cuyo verdadero peso se mide en el cumplimiento de órdenes que no nos son gratas y cuya verdadera luz alumbra en esas situaciones en las que debemos tomar partido... Porque para cumplir órdenes gratas no necesitamos echar mano de la lealtad. Y tampoco la necesitamos cuando el viento sopla de popa. A favor, digo.
La lealtad siempre va a inclinar la balanza hacia el lado correcto. Le pese a quien le pese, empezando por mí mismo.
Por cierto, no te alarmes: "derrota", en términos náuticos, significa "rumbo, dirección".
Y ya.
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