[FONT="Lucida Sans Unicode"][SIZE="6"][CENTER][COLOR="Yellow"](para ver mejor qué sucede adentro)[/COLOR][/CENTER][/SIZE][/FONT]
Mateo 17:1-13
Enviado el 08-Mar-2011 a las 21:49 por SergioFe
[FONT="Verdana"][SIZE="3"][COLOR="Blue"][I][B]Mat 17:1-13[/B]
1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
2 y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
3 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
4 Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
6 Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor.
7 Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis.
8 Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo.
9 Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.
10 Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?
11 Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas.
12 Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos.
13 Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.[/I][/COLOR][/SIZE][/FONT]
[FONT="Georgia"][SIZE="3"][COLOR="DarkRed"][I][B]Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd[/B]
¿Puede alguien que se encuentra en una búsqueda sincera de los caminos de Dios, confundirse, y errar el objetivo principal?
Cuando Jesús se transfiguró delante de Pedro, Juan y Jacobo, no hay duda que ellos fueron fuertemente impactados. Lo que estaban viviendo superaba su capacidad de comprensión.
Aparecieron Moisés y Elías, y conversaban con Jesús. Pedro, pensando en permanecer allí mucho tiempo, tal vez para siempre, hacía planes. Le propone a Jesús construir tres enramadas, una para Jesús, y una para cada uno de los que habían aparecido.
¡Qué confundido se encontraba Pedro! Por pensar que ese momento de experiencia sobrenatural era la meta de su vida. Pero peor aún, por ubicar en un mismo nivel a dos siervos de Dios de la antigüedad con el mismísimo Hijo de Dios que había venido para salvar.
Sí, podemos confundirnos. Cuando nos cegamos ante las grandezas que nos son reveladas, cuando nos abstraemos demasiado de las realidades que tenemos que vivir. Cuando no valoramos, sin embargo, suficientemente a Aquel que nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros. Cuando nos enfocamos en aprender cosas acerca de Dios, sin conocer a Dios y sin llevar el conocimiento a la vida práctica. Cuando nos enfocamos en buscar experiencias sobrenaturales, sin que ello implique cambios valiosos en la vida personal ni en la conducta.
La voz dejó todo claro: "este es mi Hijo" No se confundan, no busquen por otro lado. Y vayan, y sean utiles a la humanidad.
Mi Hijo
Mi Hijo amado
Mi hijo en quien tengo complacencia.
No había otro semejante.
Señor, gracias porque soy libre de confusiones mientras Cristo sea el centro de mi vida. Quiero seguirlo a él, tener compañerismo con él, que sea mi ejemplo, mi modelo, aquel en quien puedo confiar absolutamente, de quien pueda obtener la dirección para todo lo que haga en mi vida.[/I][/COLOR][/SIZE][/FONT]
1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
2 y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
3 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
4 Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
6 Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor.
7 Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis.
8 Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo.
9 Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.
10 Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?
11 Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas.
12 Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos.
13 Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.[/I][/COLOR][/SIZE][/FONT]
[FONT="Georgia"][SIZE="3"][COLOR="DarkRed"][I][B]Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd[/B]
¿Puede alguien que se encuentra en una búsqueda sincera de los caminos de Dios, confundirse, y errar el objetivo principal?
Cuando Jesús se transfiguró delante de Pedro, Juan y Jacobo, no hay duda que ellos fueron fuertemente impactados. Lo que estaban viviendo superaba su capacidad de comprensión.
Aparecieron Moisés y Elías, y conversaban con Jesús. Pedro, pensando en permanecer allí mucho tiempo, tal vez para siempre, hacía planes. Le propone a Jesús construir tres enramadas, una para Jesús, y una para cada uno de los que habían aparecido.
¡Qué confundido se encontraba Pedro! Por pensar que ese momento de experiencia sobrenatural era la meta de su vida. Pero peor aún, por ubicar en un mismo nivel a dos siervos de Dios de la antigüedad con el mismísimo Hijo de Dios que había venido para salvar.
Sí, podemos confundirnos. Cuando nos cegamos ante las grandezas que nos son reveladas, cuando nos abstraemos demasiado de las realidades que tenemos que vivir. Cuando no valoramos, sin embargo, suficientemente a Aquel que nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros. Cuando nos enfocamos en aprender cosas acerca de Dios, sin conocer a Dios y sin llevar el conocimiento a la vida práctica. Cuando nos enfocamos en buscar experiencias sobrenaturales, sin que ello implique cambios valiosos en la vida personal ni en la conducta.
La voz dejó todo claro: "este es mi Hijo" No se confundan, no busquen por otro lado. Y vayan, y sean utiles a la humanidad.
Mi Hijo
Mi Hijo amado
Mi hijo en quien tengo complacencia.
No había otro semejante.
Señor, gracias porque soy libre de confusiones mientras Cristo sea el centro de mi vida. Quiero seguirlo a él, tener compañerismo con él, que sea mi ejemplo, mi modelo, aquel en quien puedo confiar absolutamente, de quien pueda obtener la dirección para todo lo que haga en mi vida.[/I][/COLOR][/SIZE][/FONT]
Total de comentarios 1
Comentarios
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que bien.... animo..
Enviado el 09-Mar-2011 a las 14:45 por souljazz ¡Visita su Blog!